Tomar agua es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Su consumo diario recomendado es de al menos 2 litros y se recomienda tomar un vaso de agua en ayunas y antes de cada comida para mantenerse saludable.
Mejor tibia que fría
Cuando el agua es caliente favorece ya que acelera la desintoxicación y el equilibrio del organismo más rápido que el agua fría.
Tomar un vaso de tibia al comenzar el día colabora en el proceso de evacuación de los intestinos. Durante las comidas es preferible consumir agua más caliente que fría ya que contribuye en que las grasas no se solidifiquen, acelera el ritmo metabólico lo que favorece la pérdida de peso y el mantenimiento del mismo.
Caliente elimina Toxinas
El agua caliente ayuda a eliminar toxinas que tienen impacto a nivel del sistema nervioso influyendo en el estado mental y las emociones.
A su vez si se la consume con limón es una gran aliada para combatir resfríos y reforzar el sistema inmunológico. El agua caliente combate bacterias, virus y hongos que se encuentran en el organismo reduciendo las probabilidades de contraer infecciones de todo tipo.
Diurético natural
Además es buena para la salud del tracto urinario y recomendado para personas que sufren infecciones urinarias regularmente ya que tiene ayuda a limpiar ese tracto actuando como diurético natural. Si se consume con limón aumenta los efectos positivos.
El consumo de agua caliente puede servir para disminuir los cólicos menstruales ya que el calor tiene un efecto calmante y relajante en los músculos abdominales por lo que puede colaborar para aliviar y evitar calambres y espasmos. Además ayuda a reparar las células de la piel que aumentan la elasticidad previniendo el envejecimiento prematuro.
Fuente lagranepoca