Las hierbas medicinales constituyen unas de las terapias
alternativas más comúnmente utilizadas por los pacientes con cáncer, así como
para prevenir su aparición. En general, no se puede afirmar que estas plantas
medicinales curen definitivamente la enfermedad; sin embargo, sí se ha visto
que ayudan a alargar la vida y a mejorar la calidad de vida de los pacientes,
especialmente en combinación con las terapias convencionales..

Las plantas de mayor uso son: la equinácea, el té verde, el
jengibre y la hierba de San Juan. Los modos de preparación de estos remedios
suelen ser:.

•Cremas o pomadas (para uso tópico)

•Cápsulas o píldoras

•Cúrcuma: por sus propiedades antibacterianas y
antiinflamatorias, la cúrcuma se utiliza para tratar cáncer del colon y
distintos tipos de pólipos. Es un antioxidante poderoso con beneficios para el
hígado.

•Equinácea: un excelente promotor del sistema autoinmune es
la equinácea, por lo cual se le usa para tratar catarros, pero también es
efectivo para combatir tumores cerebrales pues ayuda a controlar el crecimiento
celular.

•Ajenjo: antimicrobiano y antifúngico, el ajenjo se emplea
en pacientes con leucemia. Investigaciones recientes muestran que esta planta
posee propiedades anticancerígenas.

•Matricaria: al parecer, la matricaria es muy eficaz para
combatir el crecimiento celular en la leucemia.

•Bérbero: la familia de arbustos llamada bérbero ha
resultado un poderoso agente contra el cáncer y se usa para tratar esta
enfermedad, en especial el de ovarios.

•Chaparro: se ha probado que la utilización del chaparro fortalece
el sistema inmunológico; además, detiene los procesos de metástasis y reduce el
tamaño de los tumores. Tiene propiedades antimicrobianas y antioxidantes.