No soy aficionado al edulcorante artificial aspartamo. No sólo no hay evidencia que los edulcorantes artificiales ayuden al control del peso corporal, sino por el contrario, hay evidencia que vincula el aspartamo a efectos adversos en la salud.
En el cuerpo, el aspartamo libera metanol (alcohol de madera), que se puede convertir en formaldehído. Recientemente en los Estados Unidos, el formaldehído se ha añadido a la lista oficial de químicos que causan cáncer. Los estudios en animales demuestran que a niveles permitidos el aspartamo aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer.
Hace poco encontré un artículo del periódico de Reumatología Clínica y Experimental publicado en diciembre del 2010 que describe la capacidad del aspartamo para inducir la fibromialgia. Esta enfermedad se caracteriza por dolor y sensibilidad en los músculos. El artículo describe dos estudios de caso en el que la fibromialgia parece ser causada por la ingestión de aspartamo.
La verdad sobre el aspartamo es mucho más siniestra incluyendo cómo el edulcorante químico se ganó la aprobación del mercado.
El primero de ellos se trata de una mujer de 50 años de edad cuyos síntomas de fibromialgia, que tuvo durante más de 10 años, desaparecieron cuando salió de vacaciones y no consumió aspartamo. Los síntomas reaparecieron cuando volvió a casa y reanudó el consumo del aspartamo, pero se quitaban nuevamente una vez que el consumo del aspartamo era detenido.
He oído hablar dos veces de experiencias similares: personas con fibromialgia informaron que sus síntomas desaparecían cuando estaban de vacaciones. En lo primero que pienso es en el sol y en la vitamina D, debido a que la deficiencia de vitamina D puede causar dolor muscular y el aumento de la vitamina D tiene la capacidad de solucionar este problema.
Es posible que en el caso de esta mujer, los factores de la luz solar y otros, tuvieran algo que ver con la disminución de sus síntomas mientras viajaba por el extranjero. Sin embargo, el hecho de que sus síntomas se quitaron al dejar el aspartamo sugiere que esta sustancia era la principal causa de sus síntomas.
El segundo caso descripto en el artículo era el de un hombre de 43 años de edad que había sufrido de dolor en el cuello, antebrazos, muñecas y manos durante tres años. Eliminar el aspartamo de su dieta, resolvió sus síntomas.
Los estudios de casos como estos no demuestran que los síntomas de estas personas se debían al aspartamo. Es posible que su mejora se debiera a la respuesta placebo y la recurrencia de los síntomas a lo que se conoce como respuesta nocebo (como la respuesta al placebo, pero la respuesta es negativa en vez de positiva). Sin embargo, las observaciones de este tipo pueden ser el comienzo de avances en nuestra comprensión del efecto de los tratamientos y no debe ser desestimado.
Ciertamente, si es que yo viera a una persona que padece de dolor generalizado y fibromialgia en el futuro, me aseguraré doblemente de preguntar sobre su consumo de aspartamo y por supuesto le aconsejaré que deje de consumirlo.
Puesto que no hay buena evidencia sobre el efecto beneficioso del aspartamo, estas personas no tendrán nada que perder eliminándolo, aparte de tal vez quedarse con algunos síntomas sin explicación.
Fuente lagranepoca
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