De acuerdo a la medicina tradicional china muchas enfermedades tienen su origen en el exceso de
abundante flema y moco en el intestino, pulmones y vías nasales. Dentro de la lista se encuentran las tumoraciones causantes de problemas como cáncer, bolitas de grasa, los quistes, los miomas, los fibromas, pero también citan todas las enfermedades respiratorias amigdalitis, faringitis, alergias,
sinusitis, tos, fibrosis pulmonar, asma, problemas en colon, caída de cabello y otros problemas en la piel, entre otros.
Por eso es importante que disminuyas o elimines de tu alimentación los alimentos que contribuyen a
producir flema en abundancia en tu cuerpo.
Para la Medicina Tradicional China (MTC), la observación de las mucosidades da mucha información para establecer una valoración energética del paciente. La presencia de mucosidades evidencia que existe un factor patógeno (excepto en el caso del moco cervical/vaginal que es fisiológico y que cambia con el ciclo menstrual). Su color y densidad nos dará también información sobre el tipo de factor patógeno (viento, frío, calor, humedad, sequedad, canícula) frente al que nos encontramos.
“Todos los problemas respiratorios crónicos y frecuentes desaparecen cuando suspendemos los lácteos en todas sus presentaciones”
La fisiología energética de la MTC nos da una explicación distinta a la de la medicina occidental para
explicar el origen de los mocos. Así, existen diferentes mecanismos de producción los cuales son:
Un vacío de Qi (energía) del Bazo puede ocasionar que la función de transformación y transporte de este órgano quede dañada y que los líquidos no transformados o no transportados se acumulen en forma de humedad. Si dicha retención de humedad se cronifica, acaba consolidando en forma de mucosidades-humedad.Aquí es importante recordar que el Bazo es para la Medicina China un órgano que lleva a cabo la función digestiva, y una de sus características es que transforma/elimina los líquidos como las
mucosidades. Así, cuando la función digestiva se realiza de forma óptima, esta permite un mejor control de las mucosidades.Los alimentos que tienen tendencia a sobrecargar el sistema digestivo y que facilitan la producción de mucosidad son:
- Los lácteos
- Las harinas (sobre todo las con gluten) y sus derivados (pan blanco, pasta blanca, bollería, etc.)
- Los alimentos fritos
- Los alimentos crudos (por ser
crudos cuestan más digerirlos)
Un ataque de factores patógenos externos puede dañar al Pulmón, que no podrá llevar a cabo eficazmente sus funciones de difusión y de descenso de los líquidos. Esta es la razón por la que los líquidos se estancan en el Pulmón y acaban consolidándose en forma de mucosidades. El resfriado, por ejemplo, corresponde a un ataque de viento-frío (en este caso el moco será transparente y muy fluido).
Una dieta en la que abunden los alimentos grasos o los lácteos genera humedad. Si esta humedad se cronifica, acaba produciendo mucosidades.
El calor interno de cualquier origen y localización seca los líquidos orgánicos y produce mucosidad-calor (el moco será espeso y amarillo/verdoso).
Una retención de alimentos (típico en las cenas de navidad) puede bloquear la circulación de los líquidos
orgánicos y éstos, por condensación, pueden consolidarse en mucosidades.
Un vacío de Qi o de Yang del Riñón implica que los líquidos no sean metabolizados y se generen mucosidades.
Recomendaciones
Si tienes mucosidades, la primera recomendación será quitar los lácteos y los alimentos a base de harinas
refinadas de tu dieta. No te preocupes por el calcio, está presente en todos los alimentos y, sobretodo, los que proceden del mar (algas, pescados), así como en las semillas y los frutos secos.
¿Cómo cuáles?
Los alimentos lácteos
El primer tipo de alimento que provoca un exceso de mucosidad en nuestro cuerpo es la leche y, en menor medida, sus derivados lácteos (yogur, queso, nata, etc.). La leche es un alimento con un pH excesivamente ácido y rico en proteínas, lo cual podría ser la causa de favorecer la mucosidad. Por ello estos serán los primeros alimentos que deberemos eliminar o reducir en nuestra dieta, sustituyéndolos por otros de características similares pero que no sean de origen animal. A nuestro alcance tenemos las bebidas de origen vegetal, elaboradas con cereales como la avena o el arroz y con frutos secos como la almendra o la avellana. Estas bebidas las podemos comprar o bien elaborar en casa fácilmente, y con ellas también podemos elaborar también yogures, flanes, gelatinas, quesos, etc.
En caso de alergias, además de evitar ponerte en contacto con el agente alérgeno, se puede tonificar tu
sistema defensivo. Para ello es necesario realizar una valoración energética para identificar la causa de la producción de mucosidad y poder aplicar el tratamiento adecuado.
Las harinas
Las harinas causan humedad a nuestro organismo y provocan un aumento de la mucosidad. Hoy en día las consumimos en exceso a lo largo del día, lo cual es perjudicial para nuestra salud en general.
Si tenemos necesidad de consumir pan, por ejemplo, podemos optar por el pan dextrinado, un tipo de biscotes que no nos causarán mucosidad. También tenemos como alternativas las tortitas de arroz o maíz.
Pero la naturaleza es extraordinaria pues también te da alimentos que te ayudan a depurar el exceso
de moco y flema, los tres principales son: El ajo, la cebolla, el puerro.
Los tres tienen la propiedad de facilitar la disolución y expectoración del moco gracias a su componente en azufre. Los podemos consumir crudos o cocinados, en forma de sopas, caldos o
cremas.
El ajo también lo podemos consumir en cápsulas, si tenemos dificultades para digerirlo crudo.
Por otro lado, para ayudar a la eliminación de la mucosidad también debemos beber suficiente agua fuera de las comidas. También nos ayudarán los jugos naturales. Y por supuesto la práctica de algún ejercicio que te haga sudar como correr, hará que tus pulmones suelten gran cantidad de flema y moco.
Fuente plumaslibres